Remy

“Ella te ama” Dice la melodía que suena en la radio, así que prefiere cambiarle de estación, las cursilerías no son para él. Algo más rudo, digno de un hombre, pero no encuentra nada a su nivel, mejor apaga la radio. Se conforma con tararear una pequeña nota de rock mientras le pisa al acelerador hasta el fondo. 90 kilómetros sobre hora no son nada para él ni para su automóvil. 120 kilómetros sobre hora, apenas comienza a sentir esa adrenalina que lo alimenta. 180 kilómetros sobre hora, bien, comienza a sentirse bien. Siempre le ha agradado sentir la emoción del peligro correr en sus venas, como si su sangre se convirtiera en fuego y éste lo quemara hasta el punto de sentirse extasiado.

Los automóviles de la carretera comienzan a verse como pequeñas líneas que pasan a través de sus ventanas a una velocidad sorprendente. Se siente confundido y un poco de heroína lo hará entrar en razón. Sólo un poco, con un gramo está bien, desgraciadamente ha sufrido varios efectos a causa de esa droga así que ha aprendido a moderarse, al menos una cosa buena para él. Es todo un maestro en el arte del volante y con su incentivo, o mejor dicho, su impulso, deja a todos con la boca abierta. Ningún hombre jamás se le ha puesto en frente, todos los que lo han intentado han probado la furia de sus puños y los menos afortunados, el filo de su navaja. Todo un valiente, como él se hacia llamar. Era tanta su confianza en sí mismo o el ego en el que se podría la causa por la cual se comportaba de esa manera, esa manera autoritaria y prepotente, esa manera de golpear a cualquiera que se pusiera enfrente, esa manera de desafiar al espacio sobre tiempo.

La droga se apoderaba de sus sentidos. Ya no era él, sino el valiente que habita en el interior del valiente. La bestia salvaje dispuesta a demostrarle a cualquier macho, que él es el macho dominante. El valiente, el valiente, el valiente, siempre sonando en su mente. 230 kilómetros por hora, la sangre y la adrenalina brotan como chorros de agua a presión. Un solo movimiento, un solo segundo, un solo aliento, todo oscuro, todo vacio. Él era el valiente.
6 Responses
  1. Tio Lobo Says:

    Excelente mi amigo garcias por darme tan buena lectura :D


  2. Anónimo Says:

    yo merengues...

    ps ta chido pero no me latio mucho aunque la narrativa tubo un buen inicio pero el final no me agrado jejeje


  3. DeLiA Says:

    wow!!! no sé que decir en serio me dejaste asi con los ojos mega abiertos, te lo juro!!!!!!
    supongo el final es muy obvio vdd????



  4. Sagrario Says:

    jeje creo que apoyo a DeLiA :) estubo padre jeje aunque pobre tipo drogo jaja, gracias por dejarme leerte ^^


  5. sp Says:

    chispas, creo q no es un cuento para dormir tranquila ...ajajaj
    cya